sábado, 16 de junio de 2018

Investigar en la Comunicación Social

Para hablar de -investigación- deben considerarse otros términos como -ciencia- y -tecnología-. En un breve repaso a través del tiempo estos conceptos se encuentran concatenados, y se han ido desarrollando como un proceso social. No es cuestionable entonces que toda investigación en comunicación se ha dado gracias a la ciencia y tecnología; las cuales según Jover (1999) se ha transformado gracias a diversos acontecimientos históricos sociales: 

(1) Revolución científica (siglos XVI y XVII); donde se institucionalizó y profesionalizó la actividad científica; (2) revolución industrial (segunda mitad del Siglo XVII), donde se aumentó la producción y cambió por completo el estilo de vida de los trabajadores; revolución científica y tecnológica (segunda mitad del Siglo XX), donde se mejoró las condiciones de vida. (3) En el ámbito económico, debe hablarse de algunos modelos relevantes: (a) modelo capitalista, como fuerza de producción e impulso de consumo masivo de las innovaciones tecnológicas; (b) modelo socialista, en contrapartida al capitalismo (c) la distinción de países desarrollados y países en desarrollo. En otro sentido, la investigación en comunicación en las sociedades ha traído la postura de nuevos paradigmas: auge en innovaciones tecnológicas, interés sobre nuevos conocimientos, aumento de investigaciones tecno científicas, distribución comercial del conocimiento, y participación masiva de la industria para aplicar nuevas tecnologías.


Por otra parte, no cabe duda que las investigaciones en las ciencias sociales han sido cuestionadas por las primeras ciencias dedicadas a estudiar áreas como la física, biología, o química; sin embargo, varios especialistas (Riveros, 2013; Quiñonez, 2017) confirman que desde el siglo XX las ciencias sociales han mejorado su aporte al conocimiento a través de los años llegando incluso a llamarse el siglo XXI el “siglo del lenguaje” o el “siglo de la comunicación”. Podría entenderse además, que las ciencias sociales al no tener un método científico propio sea una de las razones por la que científicos sociales se encuentran constantemente con nuevos desafíos para lograr explicar procesos comunicativos desde el individuo, movimientos sociales y las masas.

Riveros (2013) indica que existen varios escenarios para la investigación de la comunicación en los que se puede investigar teniendo a los medios de comunicación en el tema central pero abordándolos de diferentes formas (con los medios, en los medios, para los medios) sin olvidar a la comunicación de masas. De estos escenarios surgen las siguientes interrogantes: ¿cómo funcionan los medios?, ¿cómo funciona un discurso mediático, ya sea en el contexto de las telenovelas o de los noticieros?, ¿a cuáles formas discursivas suele recurrirse?, e incluso pensar ¿cómo se lleva al individuo a una posición política? 

También, debe hablarse de años atrás; por ejemplo, no cabe duda que diferentes modelos se han utilizado para el desarrollo de la comunicación de masas, los cuales se han influenciado entre sí para formular nuevos paradigmas de la comunicación. En cuanto a la investigación de la comunicación de masas Wolf (1991) señala: 

Se trataba de establecer un nivel privilegiado de análisis, una pertinencia más significativa que las demás, que permitiese homogeneizar el campo. A la vez, paralelamente, era necesario elaborar un enfoque teórico, un conjunto de hipótesis y metodologías, que permitiese superar la fragmentación y la dispersión de conocimientos. (p.27).

De lo anterior, no puede olvidarse que la Comunicación Social se ha moldeado y desarrollado gracias al vínculo tríadico de tres ciencias sociales: Antropología, Sociología, y Psicología; las cuales han mejorado la compresión de sucesos históricos, como el holocausto nazi. Del anterior ejemplo, incluso pudiera decirse que aparecen estudios realizados por teóricos (Lazarsfeld, Laswell, Shannon & Weaver, Maletzke, Lewin) quienes establecieron modelos comunicativos. Ante la definición de teóricos de la comunicación, Lozano (1996) afirma: 

Los teóricos de la comunicación se dividen en dos grandes grupos: quienes afirman que la constitución de una ciencia de la comunicación es factible y deseable, y aquellos que aseguran que la comunicación es un proceso social tan amplio, y tan complejo que requiere un estudio interdisciplinario. (p.2). 

Esta última idea ante la –interdisciplinariedad- es la más asertiva por los investigadores como menciona Lozano (1996), pues ayudará a que varias ciencias debatan, intercambien metodologías y colaboren entre sí entorno a la comunicación. Así, la Interdisciplinariedad será necesaria para comprender el objeto de estudio de la Comunicación Social y sus áreas de investigación; las cuales, según Berger; Luckmann (1979) son cinco: -emisores, medios, contenidos, audiencias y efectos-. Al mismo tiempo para una descripción más detallada, pudiera hablarse que existen cuatro conocimientos relativos a la comunicación Quiñonez (citado por McQuail, 2017) indica: 

El primero de ellos consiste en un saber operativo, el cual comprende el conocimiento práctico, y que es interiorizado por los profesionales de los medios. El segundo, son las teorías de carácter normativo, centradas en cómo deben operar los medios y desempeñan un papel destacado en las funciones de los medios como instituciones (legislación, políticas de comunicación o códigos deontológicos). El conocimiento empírico, es el tercero y se refiere al conocimiento que el comunicador social posee por la interacción con los medios (géneros, formatos y contenidos mediáticos) y por último, una teoría científico-social que se preocupa por analizar sistemáticamente la naturaleza, el funcionamiento y los efectos de la comunicación social. (p.1). 

De esta manera, las investigaciones de Comunicación Social han ido aumentando su enfoque, y mejorando su reputación incluso en instituciones académicas. Además, como considera Bragagnini (2016): “Investigar en comunicación, no se trata de apropiarse de los saberes ajenos e incorporarlos como propios, sino más bien generar un conocimiento comprobable”. Además, investigar no se trata de “engavetar” el conocimiento sino más bien de compartirlo; es decir, toda investigación debe contribuir a un mejor desarrollo social, para que el ser humano conozca sus errores y reflexione sobre ellos. Tampoco puede olvidarse la responsabilidad social que debe tener toda investigación en la Comunicación Social, pues luego de dar a conocer un tema específico, este debe resolver algún problema, y de no hacerlo, al menos plantear medidas para evitarlo. 

En Venezuela, la universidad como institución científica ha permitido que el país desarrolle una sociedad del conocimiento. El Estado venezolano en un modesto aporte ocupa el quinto lugar en las publicaciones científicas en América Latina (Freites, 2005, p.4). Sin embargo, se evidenció una crisis en el contrato social desmejorando el desarrollo sostenible en país. Diversos factores ocasionaron la ruptura en el contrato social: economía inestable, cambios políticos, e instituciones fragmentadas que a su vez ocasionaron la “fuga de talentos”: Varios científicos venezolanos emigraron a países desarrollados como Estados Unidos. Más adelante se hace un intento de restaurar el daño. Se evidencian dos comunidades: la científica y la industrial; sin embargo, la comunicación entre ambas era difícil. A pesar del transcurso de 40 años, la situación parece ser la misma, incluso como señala Quiñonez (2017) la investigación en Comunicación Social desde las universidades que ofrecen esta área de estudio se ha convertido en un mero requisito por parte de los estudiantes, olvidando la pertinencia social que dicha investigación debe tener. 

Otro aspecto negativo que va en contra de realizar óptimas investigaciones es el exceso de contenido encontrado en lo que se conoce como -sociedad de la información-. Ya hace más de una década se comentaba tal asunto al Macbride (1992) señalar que “cuando se expresa sobre la sobre carga de información. Se está reconociendo que los seres humanos responden ante el insumo excesivo con una pérdida de la iniciativa y de la participación”. Para mejorar el asunto, al menos a los estudiantes quienes realicen trabajos científicos, Eco (2004) considera que toda investigación científica, y en cuanto su objeto de estudio deberá cumplir con tres requisitos importantes en: (1) ser reconocida, por la mayoría; (2) presentarse como algo nueva, y de no serlo redescubrirla; y (3) brindar utilidad a la humanidad. 

Podría orientarse además que investigar desde la Comunicación Social ayuda inmediatamente a la búsqueda de nuevos conocimientos, al mejoramiento de las relaciones entre las personas y su entorno. Como ya se ha mencionado es un proceso relevante para las sociedades, pues permite construir la realidad que en ocasiones ha sido manipulada, ignorada y tergiversada. De igual forma, investigar desde la Comunicación Social no olvida el pasado cultural, y al mismo tiempo brinda una visión de los problemas que pueden evitarse. Por muy mínimo que sea el aporte desde el ámbito comunicacional, debe considerarse este como punto de partida para ampliar la investigación desde otras ciencias. 

Finalmente ante el estudio de individuos, grupos sociales, y medios de comunicación debe entenderse que toda investigación como indica Quiñonez (2017) no debe quedarse estancada en seguir metodologías sin responder interrogantes. De igual forma, como Martín-Barbero (1998) de los medios a las mediaciones indica: “cambiar el lugar de las preguntas, para hacer investigables los procesos de constitución de lo masivo por fuera del chantaje culturalista que los convierte inevitablemente en procesos de degradación cultural”. En cuanto a las acciones del investigador o comunicador social Martín-Barbero (2005) reflexiona: 

Mediador será entonces el comunicador que se tome en serio esa palabra, pues comunicar –pese a todo lo que afirmen los manuales y los habitantes de la postmodernidad– ha sido y sigue siendo algo más difícil que informar, es hacer posible que unos hombres reconozcan a otros, y ello en «doble sentido»: que les reconozcan el derecho a vivir y pensar diferente, y que se reconozcan como hombres en esa diferencia (p.142). 

Cualquier investigación debe hacerse con interés, quizás desde la Comunicación Social exista mayor grado de compromiso, pues el hombre y la mujer junto a su relación con el entorno es lo que se está abordando en la mayoría de los casos. Profesionales de la comunicación como los periodistas necesitan saber investigar y utilizar todas los recursos necesarios, desde la recolección de datos, a través de encuestas; analizar estadísticas, de archivos con grandes datas, y otras metodologías para ofrecer trabajos investigativos verificables, y de validez como de cualquier ciencia. 

Molina, M., Linares, Y. (2018)
Universidad de Los Andes
Investigación en la Comunicación

REFERENCIAS
  • ALONSO, M., SALADRIGAS, H. (2012). Para investigar en comunicación social. 
  • BERGANZA, M., RUIZ, J. (2005): Investigar en Comunicación. Una guía práctica de métodos y técnicas de investigación social en Comunicación. 
  • BERGER, P., LUCKMANN T. (1979): La construcción social de la realidad, Amorrortu, Buenos Aires. 
  • BRAGAGNINI, Bianca [Bianca Bragagnini]. (2016, noviembre 12). Investigación en Comunicación [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=1auS-8jKcdg
  • CORTÉS, H. [Heinar Ortiz Cortés]. (2017, octubre 21). Breve explicación de la Investigación en Comunicación. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=zQDq0jrwYHw
  • ECO, U. (2004): “Cómo se hace una tesis”. Quinta reimpresión. Editorial Gedisa. Biblioteca de Educación. Barcelona-España. 
  • FREITES, Y. (2005). La Ciencia Venezolana en la transición. Bitácora-e Revista Electrónica Latinoamericana de Estudios Sociales, Históricos y Culturales de la Ciencia y la Tecnología, (1-2005). Recuperado de: https://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/18348/1/articulo_3.pdf
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  • JOVER, JORGE. (1999). La ciencia y la tecnología como procesos sociales. Lo que la educación científica no debería olvidar. Ed. Felix Varela, La Habana. Recuperado de: http://www.oei.es/historico/salactsi/nunez02.htm
  • QUIÑONEZ, H. (2017). El saber: un compromiso del comunicador social. [Entrada en un blog]. Recuperado de: http://periodismocientifico.blogspot.com/2017/01/el-saber-un-compromiso-del-comunicador.html
  • LOZANO RENDÓN, (1996): Teoría e investigación de la comunicación de masas, México: Pearson, Alhambra mexicana. 
  • MACBRIDE, S. (1992) Un solo mundo, voces múltiples. Comunicación e información en nuestro tiempo. México: Fondo de Cultura Económica. 
  • MARTÍN-BARBERO, J. (1998): De los medios a las mediaciones, Bogotá, Convenio Andrés Bello. 
  • MARTÍN-BARBERO, J (2005). Los oficios del comunicador. Co-herencia, 2(2). 
  • WIMMER, R., DOMINICK, J. (1996). La investigación científica de los medios de comunicación. Una introducción a sus métodos. Barcelona: Bosch. 
  • RIVEROS S., H. [UNIMINUTO Virtual y Distancia] (2013, septiembre, 30). El estado de la investigación en el campo de la comunicación. Programa de Comunicación Social. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=qhW3ROxCh_g
  • WOLF, M. (1991): La investigación de la comunicación de masas. Crítica y perspectivas, 2ª Edición, Barcelona, Editorial Paidós.

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