“La investigación científica, como base fundamental de las ciencias, parte de la realidad, investiga esa realidad, la analiza, formula hipótesis y fundamenta nuevas teorías o con muy poco conocimiento de ella. El conocimiento de la realidad es la mayor garantía para cualquier proceso investigativo. Si durante el desarrollo de este proceso el investigador no se sirve de un diseño previo, de una estructura básica, su trabajo puede resultar infructuoso”, (Tamayo y Tamayo, 2001).· Investigación Documental
Cuando en el desarrollo de una investigación se llega al punto de definir el proceso metodológico, por lo general y dependiendo de la naturaleza de la misma investigación, se trabaja en función de propósitos cuantitativos o cualitativos. La investigación cuantitativa determina derroteros claros, “objetivos”, medibles y fácilmente creíbles. Tiene particular acogida en el ámbito científico y no necesita mayor argumentación de primera vista. La investigación cualitativa, con posibilidades más amplias y posiblemente especulativas permite una mejor adecuación, por ejemplo, en el contexto social, cuando se trata de trabajar con personas, absolutamente diferentes, con rasgos comunes pero no absolutos, con variables intrínsecas sólo evidenciadas a través de las manifestaciones comportamentales, sin posibilidades fenomenológicas de repetición. Sin embargo esta circunstancia paradójica muchas veces le resta confianza y credibilidad en los contextos investigativos más ortodoxos.
Si a lo anterior agregamos que hay metodologías que se quedan específicamente en el ámbito del pensamiento, de lo escrito, de lo hablado, y que como resultado se muestran tendencias de significado no siempre acordes con las percepciones del común, es posible que su nivel de aceptación y por ende de aplicación, sea muy reducido. Este es el mundo de la investigación documental. Comencemos sin embargo por ir construyendo paulatinamente la fundamentación de una aseveración que, de acuerdo al estado de las cosas planteado anteriormente, va en contravía de lo que se esperaría de una investigación exitosa. En primer lugar, desde hace algún tiempo han comenzado a aparecer investigaciones cualitativas de diverso orden avaladas simultáneamente por estudios serios que explicitan la fundamentación epistemológica de los modelos de investigación cualitativa, especialmente en el campo de las ciencias sociales. Se busca que el rigor que se aplique se pueda comparar con el que muestran los modelos de investigación cuantitativa.
Para avanzar en este proceso es necesario revisar los paradigmas de uno y otro modelo, tema suficientemente amplio que justificaría un artículo aparte. Solamente comentaremos que el hombre es al fin y al cabo la medida de su propio conocimiento. Aunque esta reflexión no es seguramente original, si nos permite prever la complejidad que acompaña cada una de las creencias que en uno u otro sentido se han ido perfilando a través de la historia en lo que concierne a lo que es la investigación, y particularmente lo que concierne a la investigación cuantitativa y cualitativa. En otras palabras, no es factible dar crédito a los paradigmas que sustentan ciertas apreciaciones frente a uno u otro tipo de investigación. De por sí cuando afirmamos la existencia de un paradigma no estamos dando validez a su contenido ni al modelo que pueda representar por sí mismo. Y sin embargo parece que toda nuestra existencia se orienta y se desarrolla en función de paradigmas. Si el paradigma es un modelo, una copia de algo anterior, entonces podríamos afirmar que nos movemos en función de cosas anteriores que han sido repetidas en el futuro por alguna razón. No es la realidad sino la imagen de la realidad misma. En el caso de la investigación el paradigma podría ser interpretado como un modelo para explicar una realidad, realidad que no puede verse restringida en su campo de acción justamente por un modelo metodológico particular.
A todo lo anterior, es necesario agregar que ante la avalancha permanente de nuevas producciones escritas, orales y visuales, se hace necesario recurrir a algún tipo de metodología que nos permita intentar comprender, ordenar, clasificar, categorizar e interpretar la información recopilada. Entrando en materia, lo primero que nos ocupa como objetivo central en cualquier investigación es dar respuesta a una pregunta planteada y la metodología debe estar acorde con la funcionalidad de la respuesta. Dado por entendido que el proceso metodológico para adelantar una investigación documental es de carácter cualitativo, a diferencia de una investigación bibliométrica, por ejemplo, necesitamos justificar dicha decisión. En la clasificación tradicional sobre tipos de investigación muy pocas veces se incluye la investigación documental. Esto puede deberse a que los resultados obtenidos podrían asimilarse como parte del marco teórico, o a que estos mismos resultados, en términos de producción de conocimiento no tienen mucho valor y el desarrollo desde una perspectiva teórica-metodológica ha sido muy pobre. Sin embargo, de un tiempo para acá, muchos investigadores han sentido la inmensa necesidad de regresar a las fuentes, de nutrirse del pensamiento original de filósofos, biólogos, naturalistas y científicos a partir de sus escritos sin intermediarios y de actores de primera mano; de sus limitados recursos físicos o logísticos, pero no intelectuales, e investigar sobre la investigación, dar crédito al pensamiento original pero también recurrir a otras fuentes interpretativas.
Luis Gómez (2011).
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Este modelo busca, ante todo, posibilitar una investigación reflexiva-analítica, dejando de lado o en segundo plano acepciones matemáticas, demostraciones empíricas y demás. El método documental o bibliográfico consiste en la captación por parte del investigador de datos aparentemente desconectados, con el fin de que a través del análisis crítico se construyan procesos coherentes de aprehensión del fenómeno y de abstracción discursiva del mismo, para así valorar o apreciar nuevas circunstancias. Consuelo Hoyos Botero opina respecto de la investigación documental lo siguiente:
"Es un trabajo constitutivo donde la interpretación, la crítica y la argumentación racional, juegan un papel preponderante porque permiten llevar a cabo inferencias y relaciones. Se trata de ir de la parte (unidad de análisis) al todo (fenómeno estudiado a través de la representación teórica), para explicitar un argumento de sentido que explique y totalice una cierta visión "paradigmática, semántica y pragmática" en orden a dilucidar una particular manera de apreciar el fenómeno, una construcción global de significados y una trascendencia en lo real de estos elementos con repercusiones prácticas en el entorno social".
Igualmente, sobre la investigación documental se ha dicho que ésta "se realiza en contacto directo con los documentos y en el recinto cerrado donde éstos se encuentran. Se diferencia por esto de la llamada "investigación de campo" que se ejecuta en contacto con las cosas, situaciones o personas en un laboratorio, empresa, calle, etc. Este (último) género de investigación, empleado sobre todo en las ciencias sociales, se desarrolla según el esquema de análisis estadístico." En consecuencia, el método documental se sirve, como sus principales fuentes de información, de los libros y los documentos. Éstos son los medios más utilizados para la transmisión de conocimiento. Es tal la importancia de los libros y los documentos, que ninguna investigación, independiente del método que siga puede escapar de la revisión de la literatura sobre el problema planteado. El libro, además, permanece como compañero de toda nuestra vida, encauzando nuestros trabajos académicos, en forma expresa o implícita. Es por ello que el filósofo Maurois se expresa de la siguiente manera: "Los libros son nuestros únicos medios de conocer otra época, y nuestros mejores instrumentos para comprender la mentalidad de los grupos sociales en cuyo interior no nos es posible penetrar".
Andrés Botero Bernal (2011).
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· Investigación Descriptiva
La investigación descriptiva, según se mencionó, trabaja sobre realidades de hecho y su característica fundamental es la de presentar una interpretación correcta. Esta puede incluir los siguientes tipos de estudios: Encuestas, Casos, Exploratorios, Causales, De Desarrollo, Predictivos, De Conjuntos, De Correlación. Otros autores como Babbie (1979), Selltiz et al (1965) identifican tres tipos de investigación: exploratoria, descriptiva y explicativa. Así como Dankhe (1986) propone cuatro tipos de estudios: exploratorios, descriptivos, correlacionales y experimentales. Hay quienes prefieren denominar estos últimos, estudios explicativos en lugar de experimentales pues consideran que existen investigaciones no experimentales que pueden aportar evidencias para explicar las causas de un fenómeno. Se puede decir que esta clasificación usa como criterio lo que se pretende con la investigación, sea explorar un área no estudiada antes, describir una situación o pretender una explicación del mismo.
Los estudios exploratorios nos permiten aproximarnos a fenómenos desconocidos, con el fin de aumentar el grado de familiaridad y contribuyen con ideas respecto a la forma correcta de abordar una investigación en particular. Con el propósito de que estos estudios no se constituyan en pérdida de tiempo y recursos, es indispensable aproximarnos a ellos, con una adecuada revisión de la literatura. En pocas ocasiones constituyen un fin en sí mismos, establecen el tono para investigaciones posteriores y se caracterizan por ser más flexibles en su metodología, son más amplios y dispersos, implican un mayor riesgo y requieren de paciencia, serenidad y receptividad por parte del investigador. El estudio exploratorio se centra en descubrir.
Los estudios descriptivos buscan desarrollar una imagen o fiel representación (descripción) del fenómeno estudiado a partir de sus características. Describir en este caso es sinónimo de medir. Miden variables o conceptos con el fin de especificar las propiedades importantes de comunidades, personas, grupos o fenómeno bajo análisis. El énfasis está en el estudio independiente de cada característica, es posible que de alguna manera se integren la mediciones de dos o más características con el fin de determinar cómo es o cómo se manifiesta el fenómeno. Pero en ningún momento se pretende establecer la forma de relación entre estas características. En algunos casos los resultados pueden ser usados para predecir.
Los estudios correlacionales pretender medir el grado de relación y la manera cómo interactúan dos o más variables entre sí. Estas relaciones se establecen dentro de un mismo contexto, y a partir de los mismos sujetos en la mayoría de los casos. En caso de existir una correlación entre variables, se tiene que, cuando una de ellas varía, la otra también experimenta alguna forma de cambio a partir de una regularidad que permite anticipar la manera cómo se comportará una por medio de los cambios que sufra la otra. Supóngase que en una investigación de la relación entre esposos se encuentra una fuerte relación positiva entre el número de expresiones verbales de cariño y el grado de satisfacción percibido por la pareja. Esto significa que existe una tendencia a disfrutar de una mejor relación matrimonial en la medida como está presente la expresión verbal de cariño. Aunque puede considerarse de igual manera que la expresión verbal de cariño es un resultado de la satisfacción y no una causa. Esto conduce a la afirmación de que los estudios correlacionales tienen un valor explicativo aunque parcial. Evalúan el grado de relación pero no necesariamente busca explicar la causa y forma de relación.
También es importante recordar que la existencia de una relación en un momento o circunstancia dada no conduce a una generalización como tampoco a una particularización (la correlación nos indica lo que ocurre en la mayoría de los casos y no en todos los casos en particular). Al estudiar los fenómenos humanos, la dinámica socio-cultural así como la capacidad permanente del ser humano para pensar y actuar, hace que muchas veces las regularidades encontradas en una investigación, desaparezcan en una investigación posterior y a muy corto plazo. Los estudios explicativos pretenden conducir a un sentido de comprensión o entendimiento de un fenómeno. Apuntan a las causas de los eventos físicos o sociales. Pretenden responder a preguntas como: ¿por qué ocurre? ¿En qué condiciones ocurre? Son más estructurados y en la mayoría de los casos requieren del control y manipulación de las variables en un mayor o menor grado. Para ubicar cuál de estos tipos de investigación corresponde a un estudio en particular que se desea realizar, será necesario determinar el estado de conocimiento existente respecto al tema en investigación a partir de una completa revisión de la literatura y el enfoque que el investigador desee dar a su estudio.
Tevni Grajales G. (2000).
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· Investigación Estudio de Caso
Existe un acuerdo en considerar que el término "estudio de caso" tiene su origen en la investigación médica y psicológica, donde se utiliza para denominar el análisis minucioso de un proceso individual que explica la dinámica y la patología de una enfermedad. Este método supone que es posible conocer un fenómeno partiendo de la explicación intensiva de un solo caso (Becker, 1979:384). El origen del término "estudio de caso" es similar a "historia de caso" en estudios clínicos como la psicología o la medicina. Sin embargo, el método de caso en sociología, que es llamado "estudio de caso" o "estudio monográfico", muestra un hecho tomado de un grupo de casos particulares para propósitos de la investigación sociológica.
Las características del estudio de caso son: el análisis de uno o más casos particulares y el examen a fondo del caso en cuestión (Hamel, 1992:1). En torno a la historia de este método, se supone que es uno de los más antiguos usado para describir y explicar la vida social; probablemente fue Herbert Spencer el primer sociólogo que lo utilizó:
Spencer fue el primer sociólogo que hizo un uso intensivo de los materiales casuísticos. De corresponsales que tenía en todo el mundo recibía una gran cantidad de documentos etnográficos. Dedicó su fortuna privada a la clasificación y publicación de esos materiales. Desgraciadamente, la inclinación filosófica de su espíritu lo predispuso a clasificar estos casos dentro de las categorías de su sistema sociológico, en lugar de comprobar las hipótesis mediante los casos. Spencer fue notoriamente culpable de acumular todos los casos favorables para probar un punto, desatendiendo expresamente los casos negativos, como lo pudo comprobar algún otro sociólogo que se tomó la molestia de hacerlo (Young, 1939:269).
Parece ser que la primera clasificación de material antropológico para investigación sociológica es la de William G. Summer, titulada Folkways. No obstante, la introducción moderna del estudio casuístico como método en el campo de la investigación sociológica la realizaron William Thomas y Florian Znaniecki en su obra The Polish Peasant in Europe and America (Young, 1939:271). Con respecto a la utilización del estudio de caso en la tradición sociológica, Max Weber también empleó el método en su clásica obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Este autor analizó, sobre la base de registros históricos, las relaciones del protestantismo con el surgimiento del capitalismo. Examinando el trabajo de Max Weber encontramos que no sólo consideró la actividad económica en Occidente, sino que estudió el problema desde una perspectiva comparativa, incluyendo la India, China y otros lugares (Feagin, Orum y Sjoberg, 1991:40).
De acuerdo con Joe Feagin, Anthony Orum y G. Sjoberg (1991:40) en la sociología contemporánea el estudio de caso ha sido utilizado por autores como Robert Merton (1970), en su primer y más importante trabajo, donde examinó el problema de las relaciones entre el puritanismo y el desarrollo de la ciencia en Inglaterra; asimismo, Immanuel Wallerstein (1974, 1980) ha revisado los orígenes del capitalismo en Occidente utilizando el mismo método (Feagin, Orum y Sjoberg, 1991:40).
Existe acuerdo en considerar que fue la Escuela de Chicago la que favoreció el auge de la utilización del estudio de caso como método de análisis de los fenómenos sociales. Algunos ejemplos de los trabajos producidos en esta tradición son The Hobo, de Nels Anderson (1927), The Ghetto, de Louis Wirth (1928), así como los análisis de Ernest Burguess sobre los patrones espaciales de la ciudad de Chicago (Feagin, Orum y Sjoberg, 1991:44).Desde sus inicios, la tradición de investigación sociológica urbana recurrió al estudio de caso en la mayor parte de sus propuestas. Esto, sin duda, representa un problema teórico y de construcción metodológica, ya que se equipara el problema o pregunta de investigación con un caso en cuya indagación se explica la situación y se pretende su generalización. Esta forma de investigar los fenómenos sociales y urbanos ha prevalecido.
Algunas definiciones del estudio de caso
Existen diferentes interpretaciones en torno a lo que debería considerarse un estudio de caso. Las definiciones halladas van desde la que afirma que se trata de una [...] multifacética investigación a fondo de un simple fenómeno social por medio de métodos cualitativos de investigación. El estudio se realiza minuciosamente y a menudo se basa en varias fuentes de análisis. El fenómeno social analizado puede ser una organización, puede ser un rol, puede ser una ciudad o puede ser un grupo de personas. El estudio de caso suele considerarse como instancia de un fenómeno, como una parte de un amplio grupo de instancias paralelas (Feagin, Orum y Sjoberg, 1991:2).
Probablemente se trata de una definición muy general que deja de lado algunos de los componentes del caso. Aunado a esto, el término "multifacético" abre la posibilidad de varias interpretaciones. Además, sólo contempla la utilización de métodos cualitativos, a diferencia de las concepciones de otros autores, quienes incluyen la encuesta en el estudio de caso. Una definición más contundente es la de Pauline V. Young (1939:273). Para esta autora, un caso es [...] un dato que describe cualquier fase o el proceso de la vida entera de una unidad en sus diversas interrelaciones dentro de su escenario cultural —ya sea que esa unidad sea una persona, una familia, un grupo social, una institución social, una comunidad o una nación—. Cuando la unidad de estudio es una comunidad, sus instituciones sociales y sus miembros se convierten en las situaciones del caso o factores del mismo, porque se está estudiando la significación o el efecto de cada uno dependiendo de sus relaciones con los otros factores dentro de la unidad total.
Si bien Young señala algunos de los principios mencionados en la primera definición, también incorpora un elemento muy importante, que es la unidad de análisis como el eje en torno al cual girará la investigación. Esta unidad puede tomar varias formas, pero siempre estará en estrecha relación con el resto de los componentes de lo que consideramos un caso. Finalmente, una definición más actual nos describe el estudio de caso como [...] una estrategia de investigación que comprende todos los métodos con la lógica de la incorporación en el diseño de aproximaciones específicas para la recolección de datos y el análisis de éstos (Yin, 1994:13).
Lo anterior hace hincapié en que el estudio de caso no es una técnica determinada, es una forma de organizar datos sociales, sin perder el carácter unitario del objeto social que se está estudiando, es decir, es un enfoque que ve cualquier unidad social como un todo. Así, [...] el método del estudio de caso no es una técnica particular para conseguir datos (como en la entrevista), sino una manera de organizar éstos con base en alguna unidad escogida, como puede ser la historia de vida del individuo, la historia del grupo o algún proceso social delimitado. Se pueden emplear todas las técnicas que utilice otro modo de organización: entrevistas intensivas, cuestionarios, historias personales, documentos, informes de casos hechos por otras personas, cartas, etc. La conservación del carácter unitario del caso viene ayudada por la amplitud de los datos reunidos y los niveles de casos que se añaden, por el empleo de índices y tipologías y por el hincapié que se hace de la interacción dentro de una dimensión del tiempo (Goode y Hatt, 1976:415).
Para decidir sobre la elección del estudio de caso como estrategia para presentar los resultados de una investigación, resulta útil la indicación de Robert Yin (1994) en torno a este problema. Básicamente, el investigador se debe encontrar en las siguientes situaciones: • Sus preguntas deben ser el cómo y el porqué de los eventos contemporáneos. • No controlar los eventos que está investigando, es decir, no es posible experimentar. A estas especificaciones añadimos dos más: 1) el objetivo es hacer una investigación profunda sobre determinado proceso, conservando la visión total de fenómeno, y 2) no existe la intención de establecer una generalización en el sentido estadístico del término (ampliaremos este tema más adelante).
Socorro Arzaluz Solano (2004).
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La información existente sobre la utilización del método de estudio de caso en investigación cientíFca y sobre la forma como debe realizarse el análisis inductivo de datos cualitativos es bastante escasa. Además, el método de estudio de caso ha sido muy cuestionado por algunos autores (Stoeker, 1991; Venkatraman & Grant 1986, Rouse & Daellenbach, 1999; Bower & Wiersema, 1999), quienes consideran que su prestigio es bajo, que no suele considerarse como una buena estrategia para realizar investigación científica, y que el método de estudio de caso presenta problemas de Fabilidad y validez, debido a lo cual en la investigación empírica se utilizan básicamente métodos cuantitativos.
De esta manera, la mayoría de investigadores que usan el método de estudio de caso lo hacen bajo incertidumbre. Posiblemente, debido a la poca importancia que se le ha dado en algunos textos relacionados con el tema. Por ejemplo, en la quinta edición del texto de Rossi y Freeman (1993) sobre investigación no se menciona el estudio de caso como método de investigación. De manera similar, la quinta edición del texto Research Methods in Social Relations de Kidder et al. (1986) sólo se reFere al estudio de caso como una técnica con un papel bastante limitado en la investigación, con un diseño preexperimental (Yin, 1993:40). No obstante, el método de estudio de caso es una herramienta valiosa de investigación, y su mayor fortaleza radica en que a través del mismo se mide y registra la conducta de las personas involucradas en el fenómeno estudiado, mientras que los métodos cuantitativos sólo se centran en información verbal obtenida a través de encuestas por cuestionarios (Yin, 1989). Además, en el método de estudio de caso los datos pueden ser obtenidos desde una variedad de fuentes, tanto cualitativas como cuantitativas; esto es, documentos, registros de archivos, entrevistas directas, observación directa, observación de los participantes e instalaciones u objetos físicos (Chetty, 1996).
Por otra parte, Yin (1994, citado en Chetty (1996) argumenta que el método de estudio de caso ha sido una forma esencial de investigación en las ciencias sociales y en la dirección de empresas, así como en las áreas de educación, políticas de la juventud y desarrollo de la niñez, estudios de pensamiento & gestión, familias, negocios internacionales, desarrollo tecnológico e investigaciones sobre problemas sociales. De manera similar, Chetty (1996) indica que tradicionalmente el estudio de caso fue considerado apropiado sólo para las investigaciones exploratorias. Sin embargo, algunos de los mejores y más famosos estudios de caso han sido tanto descriptivos (Whyte’s ‘Street Corner Society, 1943) como explicativos. En este contexto, Eisenhardt (1989) ha identiFcado otros usos de este método en la descripción (Kidder, 1982), en la contrastación de teoría (PinFeld, 1986; Anderson, 1983) y en la generación de teoría (Gersick, 1988; Harris & Sutton, 1986).
Piedad Cristina Martínez Carazo (2006).
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Un estudio de caso tiene en general los siguientes pasos (George et al. (2005), Yin (1994)): 1. Diseño del estudio. 2. Realización del estudio. 3. Análisis y conclusiones. En el primer paso se establecen los objetivos del estudio, se realiza el diseño propiamente dicho, y se elabora la estructura de la investigación. Es importante determinar si nuestra investigación tiene por objetivo la predicción, o la generación de teorías, o la interpretación de significados, o una guía para la acción.
En el segundo paso se prepara la actividad de recolección de datos y se recoge la evidencia, en todas las fuentes del caso. En el último paso se analiza la evidencia. La forma de vincular los datos con las proposiciones es variada y los criterios para interpretar los hallazgos de un estudio no son únicos. Cuando se trabaja en explicaciones causales, la dinámica operativa lleva a buscar la coincidencia de patrones, que relaciona diversos tipos de información del mismo caso con alguna proposición teórica. Un ejemplo de esta coincidencia es la existencia de una relación sistemática entre variables. Es posible que la coincidencia de patrones sea causal o simplemente relacional, y es el investigador quien debe responder a este tema, con los criterios adecuados. 40 Es de esperar que los diferentes resultados sean lo “suficientemente” impactantes como para priorizar una proposición sobre sus rivales.
Para finalizar con la tercera etapa, se prepara el informe del trabajo y se difunden sus resultados. El lector interesado puede consultar las referencias mencionadas arriba. En este trabajo hacemos hincapié en el estudio de caso como herramienta para la creación de teoría, de modo que nos concentramos solo en aquellos aspectos más vinculados con nuestro objetivo: el diseño del estudio, y una comprensión adecuada del concepto de teoría y de otros conceptos, como causalidad y validación.
Enrique Yacuzzi (2005).
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Tiene como finalidad medir el grado de relación que eventualmente pueda existir entre dos o más conceptos o variables, en los mismos sujetos. Más concretamente, buscan establecer si hay o no una correlación, de qué tipo es y cuál es su grado o intensidad (cuán correlacionadas están). En otros términos, los estudios correlacionales pretenden ver cómo se relacionan o vinculan diversos fenómenos entre sí (o si no se relacionan) (Hernández Sampieri y otros, 1996:71). Por ejemplo, un estudio correlacional tratará de averiguar si hay alguna relación entre motivación y productividad laboral para los mismos sujetos (obreros de una fábrica), o si hay o no alguna relación entre el sexo del cónyuge alcohólico y el número de divorcios o abandonos generados por el alcoholismo, o si hay alguna relación entre el tiempo que se dedica al estudio y las calificaciones obtenidas
Consiguientemente, el propósito principal de la investigación correlacional es averiguar cómo se puede comportar un concepto o variable conociendo el comportamiento de otra u otras variables relacionadas, es decir, el propósito es predictivo. Por ejemplo, si yo sé que la ocupación y la preferencia de voto están correlacionadas, puedo predecir que los obreros tenderán a votar a determinado partido político más que a otro. No se trata de una predicción incipiente como en la investigación descriptiva, porque en los estudios correlacionales la predicción está apoyada en evidencias más firmes, a saber, en la constatación estadística de un vínculo de correlación.
Señalan Hernández Sampieri et al (1991) que la investigación correlacional tiene un cierto valor explicativo, que es parcial. Decir que los estudiantes obtuvieron mejores calificaciones 'porque' estudiaron más tiempo es una explicación, pero parcial, porque hay muchos otros factores que pudieron hacer incidido en sus buenas calificaciones. Los mismos autores advierten sobre la posibilidad de encontrar lo que ellos llaman "correlaciones espurias", es decir, correlaciones existentes entre variables pero que en realidad no expresan causalidad. Por ejemplo, hay una alta correlación entre estatura e inteligencia, pero ello no nos autoriza a sostener que la estatura es la 'causa' de la inteligencia, o a decir que una persona es inteligente debido a su altura.
Pablo Cazau (2006).
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La investigación correlacional presenta como objetivo medir la relación que existe entre dos o más variables, en un contexto dado. Intenta determinar si hay una correlación, el tipo de correlación y su grado o intensidad. En otro sentido, la investigación correlacional busca determinar cómo se relacionan los diversos fenómenos de estudio entre sí (Cazau, 2006).
Un estudio correlacional, por ejemplo, buscaría determinar si hay alguna relación entre motivación y productividad laboral para los mismos empleados de una fábrica, o si hay alguna relación entre el sexo del cónyuge alcohólico y el número de divorcios o abandonos ocasionados por el alcoholismo, o si existe vínculo entre el tiempo dedicado al estudio y las calificaciones recibidas. El propósito más destacado de la investigación correlacional es analizar cómo se puede comportar una variable conociendo el comportamiento de otra u otras variables relacionadas, esto expresa que el propósito es predictivo. Por ejemplo, si se sabe que la ocupación y la preferencia de voto están correlacionadas, se puede predecir que los empleados tenderán a votar por determinado partido político. No se refiere a una predicción incipiente como en la investigación descriptiva, ya que en los estudios correlacionales la predicción está apoyada en evidencias más firmes basadas en la constatación estadística de un vínculo de correlación (Cazau, 2006).
Jose Luis Abreu (2011).
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· Investigación Evaluativa
Es considerable el desacuerdo existente respecto a la adecuación de métodos diversos y posiciones metodológicas para realizar la investigación evaluativa. Uno de los debates actuales, de intensidad creciente, se centra en la diferencia entre métodos cuantitativos y cualitativos. Por métodos cuantitativos los investigadores se refieren a las técnicas experimentales aleatorias, cuasi-experimentales, tests “objetivos” de lápiz y papel, análisis estadísticos multivariados, estudios de muestras, etc. En contraste, y entre los métodos cualitativos, figuran la etnografía, los estudios de caso, las entrevistas en profundidad y la observación participativa. Cada uno de estos tipos metodológicos, es decir el cuantitativo y el cualitativo, tiene un grupo de partidarios quienes afirman que sus métodos preferidos son los mejor adecuados para la evaluación. Seguidamente se incluye una muestra de las opiniones que sustentan cada una de las partes del debate.
Campell y Stanley (1966) y Riecken y otros (1974) son citados a menudo como firmes defensores de los métodos cuantitativos. Aunque Campell y Stanley (1966:2) no se interesaron fundamentalmente por la investigación evaluativa, describen lo experimental como “el único medio de establecer una tradición acumulativa en el que cabe introducir perfeccionamientos sin el riesgo de prescindir caprichosamente de los antiguos conocimientos en favor de novedades interiores” Riecken y otros (1974:6,12) se muestran tan sólo ligeramente más moderados y no menos entusiastas en sus reivindicaciones acerca de los experimentos: “Les experimentos no sólo conducen a conclusiones causales más claras sino que el mismo proceso del diseño experimental contribuye a aclarar la naturaleza del problema social que está siendo estudiado”. “Cuando las condiciones no son problemáticas o cuando la creatividad y el ingenio de quien diseña la investigación pueden resolver problemas difíciles, entonces la experimentación es el método preferible para obtener una información válida y fiable sobre la cual proyectar programas sociales” (cursiva en el original).
Weiss y Rein (1972), Parlett y Hamilton (1976) y Guba (1978) figuran entre quienes se agrupan en favor de los métodos cualitativos. Weiss y Rein en particular (1972:243) indican diversas estrategias alternativas de investigación y derivadas de la tradición cualitativa a las que consideran “en general superiores al diseño experimental como metodología para la evaluación de programas de objetivos amplios”. Al hablar específicamente de la evaluación educativa, Parlett y Hamilton (1976: 141) añaden tajantemente: De modo característico, los enfoques convencionales han seguido las tradiciones experimentales y psicométricas que predominan en la investigación educativa. Su propósito (irrealizado) de lograr plenamente unos “métodos objetivos” ha conducido a estudios que resultan artificiales y de alcance limitado. Afirmamos que semejantes evaluaciones son inadecuadas para ilustrar las áreas de problemas complejos con las que se enfrentan y, como resultado, suponen una escasa aportación efectiva al proceso de elaboración de decisiones... La evaluación iluminativa se presenta corno perteneciente por contraste a un “paradigma de la investigación antropológica”.
De manera similar, Guba (1978:81) señala que la investigación naturalista (a la que se compara con el trabajo etnográfico de campo y con el periodismo de investigación y se presenta como diametralmente opuesta a la investigación experimental y convencional) brinda “un modo de evaluación más apropiado y más sensible que cualquier otro practicado en la actualidad”. La corriente actual de opinión revela en realidad más desacuerdos que los ofrecidos por estos dos grupos de citas. Desde luego, no hay unanimidad sobre si existe o no desacuerdo. Por ejemplo, Rossi y Wright (1977:13) afirman, que “entre los investigadores evaluativos existe una coincidencia casi total en señalar que el experimento aleatorio controlado es el modelo es el modelo ideal para evaluar la eficacia de la política pública”.
Charles Reichard y Thomas Cook (1986).
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El modelo de investigación evaluativa cuyas características metodológicas se describen a continuación:
a. Se aplica sobre distintos componentes, correspondientes a diferentes niveles sistémicos.
b. Integra datos primarios y secundarios de carácter cuantitativo y cualitativo en las distintas fases que componen el proceso de investigación.
c. Se le otorga un importante peso al objetivo de empoderar a los sujetos participantes que cumplen roles en la Institución, a fin de promover las capacidades y la toma de decisiones para la autoevaluación de sus prácticas.
d. Si bien se ajusta estrictamente sobre el proyecto y de acuerdo a su cronograma de ejecución, genera conocimiento útil que trasciende los fines de una intervención en particular.
La investigación, al ayudarnos a caracterizar el fenómeno nos permite diseñar estrategias que incidan no solamente en las escuelas, sino también en la comunidad y otras instituciones, produciéndose modificaciones que afecten y engloben a la totalidad de las variables en juego. Esta nueva visión promueve efectos sinérgicos y superadores que permiten pasar de un análisis e intervención que hacen foco solo en el microsistema, hacia el análisis e intervención que tome en cuenta también al mesosistema, el exosistema y el macrosistema (Bronfenbrenner, U, 1977).
En base a los antecedentes anteriormente aportados, y tomando en consideración una estrategia multinivel que se basa en la perspectiva de la complejidad el equipo de trabajo desarrolla un modelo de intervención e investigación evaluativa que promueve la combinación de metodologías y técnicas de investigación y el empoderamiento de los actores concebidos como sujetos de autoevaluación y no como objetos de la misma. Asimismo, este modelo se inserta en una propuesta académica (y pedagógica) en la cual se trata de fortalecer e integrar los aspectos de investigación académica vinculados a las actividades de docencia y extensión, tratando de responder también a las cuestiones que definen el rol de la Universidad pública:
• ¿Cómo desarrollar una propuesta de trabajo articulada e integral que dé respuesta a la complejidad de los fenómenos observados?
• ¿Cómo crear un vínculo interinstitucional entre la Universidad pública y las Escuelas que promueva el empoderamiento de los actores y les permita a estas ir asumiendo la meta de constituirse, al cabo del tiempo, en Escuelas Promotoras de Salud?
• ¿Cómo implantar un modelo de investigación evaluativa que permita generar nuevo conocimiento y, a la par, proveer información para la toma de decisiones y las políticas institucionales?
Carlos Martín De Lellis, et al (2010).
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“La evaluación es una ciencia social de gran actualidad cuyo ingente potencial no se discute, pero que aún no ha llegado a su rendimiento óptimo. Se vale de los métodos y el instrumental de la investigación social, pero no basta el conocimiento de estos para lograr el desempeño de las funciones que requiere el evaluador, pues su marco de acción es, sin duda, de una complejidad diferente”. (Carol H. Weiss, 1985). Adentrarnos en el análisis de la relación evaluación e investigación nos obliga a examinar conceptualizaciones alternativas de evaluación. Stufflebeam y Shinkfield (1995) establecen tres grupos amplios de tipos de evaluación: Pseudoevaluaciones, Cuasievaluaciones y verdaderas evaluaciones. Las pseudoevaluaciones incluyen, en primer, lugar las evaluaciones políticamente orientadas (o encubiertas), que son dirigidas o utilizadas subrepticiamente para provocar un punto de vista determinado, positivo o negativo, sobre un objeto, independientemente de la valoración objetiva de su valor o mérito.
“Los charlatanes y los manipuladores utilizan a menudo la evaluación de una manera inadecuada para lograr sus objetivos. Puede que recopilen la información rigurosamente, pero no revelan las verdaderas conclusiones, o lo hacen de modo selectivo, o incluso las falsifican, engañando tanto a la gente como a sí mismos”. (Stufflebean y Shinkfield, 1995: 68).
La intención de este tipo de evaluación es conseguir asistencia para obtener, mantener o incrementar una esfera de influencia, poder o dinero. Los problemas que plantea son los que interesan al cliente, quien quiere que la información sea tan sólida técnicamente como sea posible, pero también que se le garantice la posibilidad de controlar su divulgación para crear una falsa imagen del valor de un objeto, programa o proyecto. Otro tipo de pseudoevaluaciones son los estudios basados en las relaciones públicas, planificados, realizados y utilizados para satisfacer propósitos que tengan que ver con las relaciones públicas. Buscan información que pueda ser de ayuda para asegurar el apoyo del público. Los métodos que se usan más frecuentemente en este tipo de estudios son las inspecciones, las pruebas y la utilización de “asesores expertos”. “La principal característica de la utilización de métodos dudosos por parte de este tipo de evaluadores es su propensión a crear una buena imagen del objeto de evaluación”. (Stufflebean y Shinkfield, 1995).
Los estudios cuasievaluativos “aparecen especificados porque existe la evidencia de que a veces pueden ser utilizados para enjuiciar el valor o el mérito de un objeto, mientras que en otros casos su alcance es demasiado estrecho o solo tangencial a las cuestiones del mérito y el valor. Que la información obtenida sea suficiente para apoyar un juicio sobre el valor de algo es, definitivamente, una cuestión secundaria. Los estudios cuasievaluativos poseen otros usos muy legítimos aparte de su relación con la evaluación”. (Stufflebean y Shinkfield, 1995: 71).
Pertenecen a este tipo de estudios los basados en objetivos que según el autor mencionado han sido, quizá, la principal fuerza que ha impulsado el movimiento para sistematizar el trabajo evaluativo y los estudios basados en la experimentación los cuales incluyen cuestiones y metodologías a veces relacionadas, pero a veces no, con el juicio de valores. La principal ventaja de los estudios experimentales en el trabajo evaluativo es que proporcionan métodos sólidos para la determinación de relaciones causales relativamente inequívocas entre el programa y los resultados. Los problemas que plantea, no obstante, consisten en que el método, a menudo, no resulta factible a la hora de señalar los límites de la especificidad y proporciona una información mucho más restringida de la que es necesaria para evaluar programas de educación, salud y bienestar. Además, los estudios experimentales tienden a proporcionar una información final que no resulta útil para el proceso de desarrollo.
Por último aparecen las denominadas verdaderas evaluaciones, basadas en cuestiones de valor y mérito. El método concreto de la evaluación es la investigación evaluativa, donde las herramientas de la investigación social se ponen al servicio del ideal consistente en hacer más preciso y objetivo el proceso de juzgar. En su forma de investigación, la evaluación establece criterios claros y específicos que garanticen el éxito del proceso, reúne sistemáticamente información, pruebas y testimonios de una muestra representativa de las audiencias que conforman el programa u objeto para evaluar, traduce dicha información a expresiones valorativas y las compara con los criterios inicialmente establecidos y finalmente saca conclusiones. Suchman (1967) delineó claramente las diferencias existentes entre los objetivos y las facultades investigativas de la evaluación, oponiéndolas a las de la investigación básica o pura, las cuales hacen referencia a una “compleja mezcla de distintos valores, propósitos y recursos”.
“La investigación evaluativa es un tipo especial de investigación aplicada cuya meta, a diferencia de la investigación básica, no es el descubrimiento del conocimiento. Poniendo principalmente el énfasis en la utilidad, la investigación evaluativa debe proporcionar información para la planificación del programa, su realización y su desarrollo. La investigación evaluativa asume también las particulares características de la investigación aplicada, que permite que las predicciones se conviertan en un resultado de la investigación. Las recomendaciones que se hacen en los informes evaluativos son, por otra parte, ejemplos de predicción”. (Suchman, 1967: 119).
La investigación evaluativa contiene una amplia serie de variables sobre las que el evaluador tiene muy poco o ningún control y sus resultados son poco generalizables, pues son aplicables al programa que está siendo evaluado y a sus ramificaciones contextuales. Existen también semejanzas importantes entre la evaluación (investigación evaluativa) y otras clases de investigación. Como otras investigaciones, la evaluación trata de descubrir, de comprender las relaciones entre las variables y establecer la relación causal. Los evaluadores utilizan toda gama de métodos de investigación para recabar información: entrevistas, cuestionarios, tests de conocimientos y destrezas, inventarios de actitudes, observación, análisis del contenido de documentos, registros y expedientes y exámenes de las evidencias físicas, entre otros. Los evaluadores ingeniosos suelen encontrar las maneras más convenientes de explorar una amplia gama de efectos. La clase de esquema que se utilice para reunir los datos, dependerá de la clase de información que se necesita para dar respuestas a las preguntas específicas que plantea la evaluación.
Santiago Correa Uribe, et al (1996).
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· Etnografía Virtual
El interés por la etnografía virtual o en línea surge cuando el objetivo es no sólo estudiar los usos de Internet, sino también las prácticas sociales en línea y de qué manera estas prácticas son significativas para la gente (Mason, 1999). La etnografía virtual (Hine, 2000) permite un estudio detallado de las relaciones en línea, de modo que Internet no es sólo un medio de comunicación, sino también un artefacto cotidiano en la vida de las personas y un lugar de encuentro que permite la formación de comunidades, de grupos más o menos estables y, en definitiva, la emergencia de una nueva forma de sociabilidad (Reid, 1994; Clodius, 1995; Turkle, 1995; Baym, 1995; Hamman, 1998; Rutter, 1999; Lopes, 2000). De hecho, buena parte de los estudios psicosociales y culturales sobre Internet se han centrado en la caracterización de estas nuevas formas de interacción social, en el análisis de las manifestaciones culturales propias en las comunidades virtuales (Reid, 1995) y en el estudio de las experiencias personales en relación con los juegos de identidad que emergen en la comunicación mediada por ordenador (a partir de ahora CMO), especialmente en los juegos de roles (Turkle, 1995) a partir de observaciones de campo y de entrevistas en profundidad realizadas en línea.
Desde diferentes perspectivas teóricas, varios estudios han utilizado el método etnográfico como estrategia de investigación para estudiar temas como la identidad y la sociabilidad en línea, el establecimiento de categorías online, reglas de comportamiento, resolución de conflictos, sentimiento de pertenencia al grupo, etc. adaptando la observación participante y la realización de entrevistas a la CMO. Por ejemplo, la mayor parte de los estudios reunidos en la edición de Internet Culture de David Porter (1997) constituyen estudios cualitativos, realizados a partir de técnicas de observación participante, entrevistas en línea o cuestionarios por correo electrónico que exploran diferentes aspectos de la vida social en la red, tanto en los espacios marcados socialmente para corrientes contraculturales y libertarias, como en canales de chat denominados coffehouse o bars, para encuentros informales entre usuarios de diversas procedencias.
El objetivo de estos estudios cualitativos es mostrar cómo se organiza la vida social a partir de la interacción y la comunicación mediada por ordenador, pero no siempre tienen en cuenta los aspectos sociales y culturales fuera de la red, o incluso se intenta encontrar características específicas del medio asociadas a la ausencia de contacto físico cara a cara y al carácter textual de este modo de comunicación, que se define como a medio camino entre la oralidad y la escritura.
En esta dirección, los primeros estudios hablaban de efectos desinhibidores y democratizadores por la eliminación de marcas socioculturales (sexo, clase social, grupo étnico, etc.). La investigación etnográfica realizada por Carlstom (1992) en LambdaMOO (un juego de rol en red(, apunta en las conclusiones que la realidad social creada a partir del lenguaje y mediante el texto y el programa no es un espejo o reflejo de la realidad fuera de la red, sino que configura un sistema cultural independiente. Así también encontramos estudios en la línea del de Mark Dery, que proponía la aparición de una nueva identidad en línea liberada de las restricciones biológicas y socioculturales (1994). Sin embargo, otros trabajos de Susan Herring (1999), basados también en la observación participante, daban resultados distintos, mostrando cómo las relaciones de género se manifestaban en los espacios de discusión electrónicos con igual fuerza y características que en la vida fuera de la red. En contra de las primeras concepciones sobre el ciberespacio como un espacio social desvinculado de la realidad local que apuntaban hacia la universalización y la constitución de una cultura global planetaria, Miller y Slater
(2000) constatan, en su monografía sobre el uso de Internet en la isla Trinidad, cómo la gente utiliza Internet para reafirmar sus identidades colectivas y su adscripción a grupos étnicos, por lo que Internet constituye un espacio donde desplegar su identidad local más que diluirse en una cultura global. Ananda Mitra (1998) también contribuye a aportar datos concretos sobre contextos locales con su análisis sobre comunidades virtuales en la India y muestra cómo en el ciberespacio se reproducen los conflictos de fuera entre Pakistán y la India.
Elisenda Ardèvol (2003).
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Las preguntas del comienzo están flotando en el terreno de la ciencia social cualitativa desde que Internet apareciera como fenómeno de estudio hace ya casi veinte años. Son muchos los autores que han profundizado en el estudio del ciberespacio y sus derivadas desde entonces. Muchos de ellos también han estudiado los métodos que permiten analizar y tener una visión cualitativa de esa realidad. Y entre todos los métodos, la etnografía es de largo el preferido en el campo de estudio de la Red.
Como etnógrafo, los intereses del investigador que analiza el fenómeno del “Air humping” en YouTube serán los de describir los fenómenos y prácticas sociales, conocer el porqué del comportamiento de los protagonistas, cómo se integra la necesidad del performance en su esquema de valores culturales, qué clase de recompensa sociocultural esperan conseguir (directa o indirectamente, consciente o inconscientemente), qué lógicas están detrás de los comportamientos, qué anclajes tienen en otras formas de hacer performance, el proceso mismo de producción de un video y cómo se salvan las dificultades encontradas, porqué se elige como plataforma de expresión YouTube y no otro servicio de videos, etc. Estos principios son básicos en cualquier aproximación etnográfica y no parecen diferentes para los casos en que las prácticas sociales tengan lugar en contextos físicos o virtuales. En esencia, la etnografía se ocuparía de conocer los significados culturales de las acciones emprendidas por la gente que protagoniza videos desimulaciones y los coloca en un servidor en Internet abierto a todos los internautas. Lo interesante pues, desde los puntos de vista social y antropológico, es acceder a los esquemas de significado que están detrás de los comportamientos para poder así comprender el mundo de esas personas. Todo eso puede hacerlo la investigación cualitativa ya que su foco de interés son precisamente los elementos que están detrás de las practicas, los símbolos y sus interacciones con los comportamientos sociales y lo hace, además, desde enfoques abiertos, inductivos y no lineales. Dentro de los métodos cualitativos, la etnografía es especialmente adecuada para el estudio de las prácticas en la red puesto que trata de argumentar y contextualizar los comportamientos sociales de acuerdo a esquemas culturales, describir los procesos de negociación, el diálogo, y la construcción de significados en un escenario dado.
¿Es posible hablar de métodos y sus variaciones como algo cerrado cuando esta reflexión se produce en un contexto paradigmático cualitativo? ¿Pueden validarse procesos de indagación que son generativos y novedosos en cada caso y, por definición, sometidos a cambio y variación? ¿Importan, por consiguiente, las variaciones en el método etnográfico, cuando la investigación cualitativa es abierta y generativa? ¿Son esas posibles variaciones estables o es su enfoque concreto función de cada realidad estudiada? Con el fin de abrir nuevas vías para el estudio de estas cuestiones, tomaremos como referencia el enfoque claramente pedagógico seguido por Wolcott (1985) para reflexionar sobre la intención etnográfica. Siguiendo el enfoque de Wolcott, este artículo analizará lo que es la etnografía virtual en sentido inverso, es decir, definiendo lo que no es para conocer aquello que la caracteriza. Según Wolcott, la etnografía no es (sólo) una técnica de campo, no es (sólo) pasar mucho tiempo en el campo, no es simplemente una buena descripción, ni tampoco se genera (sólo) creando y manteniendo una relación con los sujetos. La etnografía es todo eso y algo más. Algo que tiene que ver con el concepto de cultura y con un modo particular de hacer. También es un método desvinculado de los particularismos, de los enfoques micro de la realidad. Su situación es equidistante del estudio de un caso particular y de la generalización de teorías que tienen por base comportamientos coyunturales.
¿Qué componentes son significativos en el estudio de la etnografía virtual, cuando parece haber consenso en que el hacer etnográfico no varía significativamente en los escenarios físicos, virtuales y conectados tecnológicamente? Los siguientes son temas clave en la formulación de la etnografía virtual. Su análisis inverso permite apreciar la disparidad de criterios en torno a este método y a su forma de aplicación en la práctica:
a. La etnografía virtual no trabaja (sólo) con comunidades virtuales;
b. No busca (sólo) grupos más o menos homogéneos (con características comunes) estén o no ubicados en contextos espaciales euclidianos;
c. Su campo de estudio no es (sólo) el ciberespacio; los temas que estudia no son (sólo) los temas de los que tratan las comunidades virtuales;
d. Su método de estudio no consiste (sólo) en analizar las comunicaciones en un espacio virtual.
Daniel Domínguez Figueredo (2007).
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La etnografía es considerada como una metodología interpretativa/cualitativa, propia de la investigación en las ciencias sociales y “Se define como una descripción o reconstrucción analítica de los escenarios y grupos culturales intactos (Spradley y McCurdy, 1972); y “un planteamiento para hacer investigación naturalista, observacional, descriptiva, contextual, no limitado de antemano y en profundidad “(Hammersley y Atkinson, 19839); o como “el arte y ciencia de describir un grupo y cultura” (Fetterman, 1989).” (Arnal, Justo, et. Al, 1994, P.199). Muela-Meza, Zapopan Martín (2004) la describe como uno de los métodos posibles de utilizar en la investigación cualitativa aplicada a la biblioteconomía “Etnografia: estudios que tratan con la descripción cultural basada en la participación de la investigadora o investigador en la vida diaria de un grupo cultural definido sobre un periodo de tiempo prolongado, describe la cultura como conocimiento compartido y entendimiento de sentido común de los miembros de un grupo determinado apropiado a tal escenario” (Muela-Meza, Zapopan Martín,2004)
Etnografía y Comunidades Virtuales
La etnografía es un método de investigación científica, que se concentra en la producción social del significado, su uso en la investigación se ha ido aplicando en los últimos años, a otros escenarios fuera de los tradicionales usos en antropología, sociología o educación (Elizalde, 1999, Chisnall, 2001, Ardèvol, et. al. 2003, Hine, C. 2004). Esto porque los investigadores sociales han comprobado que su enfoque holista y conectivo, así como su manera de describir los fenómenos (personajes, acciones o escenarios), en sus contextos naturales y escenarios complejos, podía entregar resultados más cercanos a la “comprensión” de lo que sucede en los entornos y contextos de las Comunidades Virtuales (Cvs) “online” u “off-line”, demostrando que la Internet, puede ser objeto de estudio en sí misma, como cultura y como artefacto cultural.
Dreyfus (2003) hace notar que la incorporeidad que experimenta el usuario en internet, en ese vivir “online” en un “mundo [que] esta a la vez en todas partes y en ninguna parte, pero [que] no esta donde viven los cuerpos”. (Barlow, J. P., 1996) afecta a las personas de manera distinta, por tanto resulta “útil” conocer los beneficios y amenazas de “vivir online”. 1 Hine (2004) añade que “Internet puede tener consecuencias importantes sobre la relación individual que tengamos con la tecnología y sobre las relaciones sociales que construyamos a través de ella. La etnografía en este orden de cosas, puede servir para alcanzar un sentido enriquecido de los significados que va adquiriendo la tecnología en las culturas que la alojan o que se conforman gracias a ella.” (Hine, 2004, p.17).
La perspectiva etnográfica de Internet, no es una descripción de sentido común de cómo “son las cosas”, sino que es sobre todo una descripción cargada de teoría, para describir lo que sucede con la con la mirada un poco más distante del observador-investigador. Dicha descripción tiene validez siempre que nos permita encontrar un sentido enriquecido, de los significados que va adquiriendo en las culturas que la alojan, y un cierto entendimiento de hasta qué punto nuestras creencias acerca de Internet influyen en nuestra relación con la tecnología y sobre las relaciones sociales que construyamos a través de ellas.
Mariela Ferrada Cubillos (2006).
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