Abordar el tema de las fobias de una manera general permite que muchas personas conozcan al respecto, porque definitivamente, son un problema que afectan a muchos miembros de la sociedad. Muy pocas personas admiten que sufren de fobias por temor a ser rechazados; y algunas veces, desconocen que padecen de estos “miedos” irracionales. Todo ser humano, en algún momento experimenta situaciones que causan temor y muchas veces son respuestas normales, ante situaciones que amenazan la vida; pero existen temores sin causas justificadas, conocidas como fobias. Ámez Fernando. (2009). Señala: “La fobia, ocupa un lugar aparte entre la histeria y la neurosis obsesiva. El deseo en la fobia se especifica como un deseo prevenido en relación al deseo insatisfecho de la histeria y del deseo imposible de la neurosis obsesiva” (pág. 01). Por ende, para delimitar el tema de las fobias se debe dejar a un lado ciertas clases de obsesiones intensas. Es importante señalar que el miedo es una conducta psicológica normal para el ser humano y especialmente en los niños; las fobias no son miedos, sin lugar a dudas son trastornos.
Desde sus inicios, la palabra fobia abarca un significado etimológico proveniente del griego compos, que significa “temor”. Igualmente constituye otros significados como: aversión obsesiva a alguien o algo y temor irracional compulsivo. Como se puede ver, existen diversas definiciones de fobias, las cuales todas coinciden en un trastorno producido ante ciertas circunstancias u objetos. En la niñez hay muy pocas reacciones de fobias, ya que todavía los pequeños no tienen las habilidades motoras para protegerse de situaciones de riesgo; las fobias son aprendidas, no son heredadas ni innatas, las personas nacen con la capacidad de sentir miedo, pero muchas veces se desarrollan irracionalmente. Las fobias han sido estudiadas en la psicología desde sus principios; Simung Freud en 1929 maneja las fobias desde dos fases del proceso neurótico, su primera fase constituye los miedos de defensa, donde su destino es impedir contacto con este peligro. En definitiva las reacciones fóbicas son desadaptativas, sin importar la edad o al estado evolutivo y persisten a lo largo de un periodo considerable.
Existen alrededor de 250 tipos de fobias reconocidas, las cuales padecen muchas personas en la actualidad, caracterizadas principalmente a un temor irracional provocado por varios objetos, animales, actividades o situaciones que afectan su desempeño dentro de una sociedad. Los seres humanos presentan conductas de evitación, generando así el temor injustificable dado al tipo de situación a evitar. Todas las personas nacen con la capacidad de sentir miedo, los cuales se van desarrollando a medida que se comprenden las situaciones y experiencias del entorno donde se vive. Quizás si se comparten o intercambian historias referentes a los miedos, se pueden descubrir más tipos de fobias; sin embargo a pesar de la existencia de muchas fobias, estas se pueden clasificar en: fobias específicas y fobias complejas.
Debido a esto, las fobias específicas pueden definirse como aquella relacionada a un gran temor o desconfianza extrema en: animales, sangre, alturas, inyecciones y cualquier objeto en movimiento. Por otra parte, también existen las fobias complejas y se diferencian de las fobias específicas, por el hecho de que estas surgen del miedo a situaciones o circunstancias; estas fobias son desordenes de ansiedad muy comunes y afectan a cada individuo de diferente manera. Las fobias complejas se producen por varios factores como la genética y la química del cerebro. La mayoría de las personas, saben que sufren de algún tipo de fobia, pero no toman las medidas necesarias para superarlas.
También se encuentran las fobias sociales, estas consisten en el temor que los seres humanos sienten al estar expuestos a la observación o las miradas de otros seres en lugares públicos. Este tipo de fobia produce: un alto nivel de ansiedad, miedo y vergüenza; además, físicamente provocan gran sudoración, temblor y ruborización, haciendo a las personas más inseguras y vulnerables. Debido a estas situaciones, cada individuo se niega a formar parte de grupos, porque se siente menos que los demás y teme ser rechazado. Dentro de este tipo de fobia, destaca la fobia escolar, la cual afecta el rendimiento académico de los estudiantes y se enfoca al rechazo prolongado experimentado al acudir a la escuela u otra institución educativa. Según Mardomingo, M. J. (1994):
El cuadro típico es el de un niño que presenta ansiedad intensa ante la idea de ir a clases, que aparece de forma brusca o después de algunas protestas antes de ir al colegio o con algunas ausencias por síntomas somáticos (abdominalgia, cefalea). Presenta ansiedad que en ocasiones se acompaña de sintomatología neurovegetativa (náuseas, vómitos, anorexia, palidez), llanto, rechazo ante la idea de acudir al colegio, por lo que trata por todos los medios de evitarlo. (pág. 477).
Por otra parte, las fobias se originan por tres causas: naturales, artificiales y psicológicas; cada una de ellas, suelen desarrollarse durante la infancia, la adolescencia e inclusos en inicios de la adultez. Las causas de las fobias aun no son completamente entendidas por la ciencia; debido a que las fobias llevan al límite las emociones de las personas, produciendo en ellas síntomas de ansiedad. Por esta razón, se ha recomendado siempre que las personas con estos trastornos, visiten a un médico, para que logren plantearse opciones de control y tratamiento.
Las causas naturales de las fobias, son los sonidos, olores e imágenes producidas en el entorno donde las personas se encuentran, es decir, aquellos temores causados por elementos de la naturaleza, elementos incontrolables y que suceden inesperadamente. Por ejemplo, los animales, cambios climatológicos, las mismas personas…el entorno natural, produciendo en cada individuo reacciones diferentes. Otra causa natural es la existencia de una vertiente bilógica, una región del cerebro (amígdala del miedo), responsable de regular la cantidad de temor que una persona siente. Esta región determina así el principio de ansiedad de cada sujeto en particular. Sin embargo, esta predisposición genética necesita ser acompañada con una serie de experiencias que para el sujeto sean traumáticas.
Otro tipo de origen de las fobias, son las causas artificiales, y surgen al igual que las naturales en el entorno donde las personas se encuentran; pero relacionadas a: objetos, instrumentos, instalaciones o infraestructuras creadas por el ser humano. Estas causas hacen que el tipo de fobia sea muy específica por ejemplo: tener miedo a objetos puntiagudos como las agujas u otros (aicmofobia), o tener miedo a los muñecos de ventrílocuos, animales mecánicos, figuras de cera y en general todo aquello que represente un ser vivo de forma artificial (Autómatonofobia). Este tipo de causa, por lo general, hace considerar algunos tipos de fobias como extraños e inusuales, como el tener miedo al dinero y a tocarlo (crometofobia). Es importante aclarar que en las fobias si existe un objeto claro y definido, más esto no quiere decir que el motivo del temor sea el objeto; en realidad, el objeto fóbico es un símbolo asociado a conflictos inconscientes, donde surgen las causas psicológicas.
No es habitual que una fobia empiece después de los 30 años, la mayoría de ellas comienzan en la infancia, adolescencia o en la edad adulta temprana. Pueden ser causadas psicológicamente, por una situación estresante o una experiencia, un acontecimiento aterrador que queda guardado en la mente por un buen tiempo. Borghi Alicia (2012). Afirma: “Una de las causas de las fobias puede ser la observación de las fobias de los padres durante la infancia. También sustancias químicas del cerebro, la genética y las experiencias traumáticas influyen en el desarrollo de las fobias.” (pág. 03). Es decir Las fobias se producen después de una experiencia humillante anteriormente en público, donde socava la confianza social de la persona y como opción esta confianza no logra desarrollarse después de la infancia.
De forma global los síntomas que las personas pueden presentar por tener una fobia son: preocupación, temor y terror, los cuales son sentimientos de miedo en su escala máxima. Si el miedo se define como esquema de supervivencia, se puede asumir que el terror sobreviene cuando el miedo ha superado los controles del cerebro y ya no puede pensarse racionalmente. Además de los síntomas negativos que padecen las personas con fobia en el momento en el que se ven enfrentados a una situación temida, este trastorno va provocando graves consecuencias en la vida cotidiana de los afectados, de manera que, poco a poco, van restringiendo sus contactos con los demás y sus actividades diarias. Algunas de las consecuencias más importantes son las siguientes: aislamiento, depresión, abuso de sustancias y problemas escolares, de pareja o en la integración laboral. Por esto es necesario que se conozcan los principales síntomas (físicos y psicológicos), para que cada individuo afectado realice su respectivo tratamiento.
De esta manera puede definirse como síntomas físicos: sudoración, palpitaciones, dificultad para respirar, sensación de pánico y ansiedad. Es decir todas las acciones que realiza el organismo de forma incontrolable y persistente. De forma contraria los síntomas psicológicos están íntimamente relacionados a la conducta de las personas. Por ejemplo, la persona fóbica puede sentirse débil o cobarde y perder la autoestima cuando evita el objeto de la fobia y en cambio la exposición al objeto de la fobia provoca una reacción de ansiedad. Todas las personas con fobias suelen ser conscientes de que sus temores no tienen fundamento pero, por lo general, huirán de él, y tratarán de hacer todo lo posible para evitar, el objeto de su temor.
Debido a que las fobias pueden afectar la vida cotidiana de quienes las padecen, hasta el punto de acarrearles verdaderos disturbios a sus relaciones afectivas, su entorno laboral y su vida privada, muchas personas realizan consultas acerca de un posible tratamiento de las fobias, ya sea para erradicar la fobia o para aprender a vivir con ella. Es importante saber que las fobias no suelen desaparecer por sí solas, por ello es muy importante buscar ayuda. En caso de sufrir los síntomas o complicaciones antes descritos, se recomienda visitar a un médico, quién puede sugerir terapia conductual o el uso de medicamentos, ya que lo primero que se debe tener es el diagnóstico de un profesional, para aplicar un adecuado tratamiento. Algunos pacientes que inician su tratamiento no se recuperan por que se niegan a hacer frente a su fobia, o tienen poca confianza en lograrlo, para ello existen dos formas de tratamientos convencionales los cuales son: tratamientos médicos y tratamientos psicológicos.
La eficacia de los tratamientos médicos para la fobia ha recibido una gran atención en los últimos años. Los medicamentos más utilizados son: los beta-bloqueantes adrenérgicos, las benzodiacepinas y algunos antidepresivos. Pero, Scardulla, Carlos (2006). Aclara:
“Los psicofármacos ocupan el lugar que según Freud lo llamo “quita-penas. Es verdad que… el efecto que se espera es de “calma”, y eso “quita las penas”, las angustias y las tristezas. Ahora, también deberíamos preguntarnos: ¿a quienes tranquilizan los psicofármacos? ¿Al paciente o a los que están con él y no pueden hacer otras cosas si el paciente está en crisis o poco sujetado?”.(pág. 10).
Es por eso que el uso de la psicoterapia como tratamiento psicológico, es más efectivo debido a que, enseña al paciente las causas de su fobia y le aporta técnicas para dominar la ansiedad ante el estímulo desencadenante. Un tipo de tratamiento muy habitual para las fobias es el de la terapia de exposición. En ésta, poco a poco, los profesionales confrontan al paciente con la situación tan temida. Similar es el tratamiento conocido como desensibilización sistemática, en el cual en lugar de estímulos se recurre a la imaginación del paciente, que va proyectando en su mente al estímulo temido. Existe otro tratamiento conocido como terapia cognitiva, en el cual se le da al paciente mucha información sobre aquella situación a la que teme, para que de esta manera vaya cobrando confianza. Las técnicas para controlar la respiración y la tensión muscular también pueden ser de gran utilidad.
Por otra parte, existen muchas fobias, que son consideradas curiosas y extrañas, un modelo muy peculiar de estas fobias: Hipopotomonstrosesquipedaliofobia, anecdóticamente, esta palabra define a las personas que tienen un miedo irracional a las palabras largas, inclusive tienen fobia mencionar el nombre de su fobia. Todas las fobias pueden también darse en las personas dependiendo de factores según el sexo y la edad, Las fobias sexuales provocan una gran frustración y más aún quien padece una fobia que no le permite desahogar la tensión sexual que su cuerpo siente. Esa frustración suele traducirse en eyaculación precoz en los hombres y en dispaurenia en el caso de la mujer (dolor a la hora de practicar sexo). Adrian Sapetti señala:
“Estos pacientes fóbicos pueden llegar a evitar por completo al sexo, o restringir su sexualidad a determinadas facetas: a los genitales, a las secreciones y olores genitales, a penetrar o ser penetrada, al orgasmo, a que sean vistos desnudos, al beso profundo, a la masturbación, al embarazo, al sexo oral genital. Hay pacientes que se mantienen vírgenes durante toda la vida a causa de su aversión al sexo”. (pág. 131).
La fobias según la edad determina que lo niños más pequeños viven al objeto o a la circunstancia temidos, como auténticas amenazas y peligros. Aun así, si bien los adultos y los adolescentes logran darse cuenta de que su temor es infundado, no por ello logran controlarlo.
Finalmente las fobias constituyen un factor muy negativo en relación al desenvolvimiento y participación de cada individuo dentro de la sociedad. Todos padecen periódicamente miedos y ansiedades, pero una fobia genera un pánico incontrolable cuando no existe verdadero peligro. Las fobias son el condicionamiento de vida de cada persona, lo que no deja avanzar y se debe saber que en su mayoría son conductas aprendidas o nacen luego de padecer una crisis vital. La mejor manera de enfrentar una fobia “es eso mismo” enfrentarlas y lo aconsejable es que la persona fóbica no la enfrente sola, debe compartir con personas con el mismo problema o de lo contrario acudir con alguna persona de confianza, como un familiar, para asistir al terapeuta. Claro está que este consejo no será posible en fobias donde el paciente sienta la necesidad de compañía.
Angarita, N., Borges, L., Briceño, B., Galván, E., Linares, Y. (2013)
Universidad de Los Andes
Taller de Competencias Comunicativas I
REFERENCIAS
- ÁMEZ, F. (2009). Función del objeto en las Fobia. Extensión 10(2).
- BORGHI, A. (2012). ¿Qué es la Fobia? Conoce sus Síntomas, Causas, Complicaciones y Tratamiento. [Blog]. Consultado: martes, 10 de enero, 2012.
- MARDOMINGO, M. (1994). Psiquiatría del niño y del adolescente.
- SCARDULLA, C. (2006). Fobias, estrés y pánico. Como liberarnos a través de lo holístico. Primera edición. Buenos Aires, Argentina.
- SAPETTI, A. (2006). Los senderos masculinos del placer. Editorial Galerna.
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